Mejor cosas que hacer en Quito
Las mejores cosas para hacer y atracciones imperdibles en Quito
Las mejores cosas para hacer y atracciones imperdibles en Quito
Quito: La ciudad donde puedes estar en el ecuador… ¡y quizás marearte por la altitud! (Nuestra guía de viaje brutalmente honesta y divertida)
¡Atención, trotamundos! Prepárense para una aventura que literalmente les dejará sin aliento (sí, por la emoción… y por la altitud). Hoy nos vamos directos a Quito, la orgullosa capital de Ecuador y una joya escondida en las alturas de los Andes. Con sus vistas impresionantes, su cercanía al mismísimo ecuador terrestre y su mezcla de historia colonial y modernidad andina, Quito se ha ganado su lugar en el podio de los destinos imperdibles de Sudamérica.
Así que ponte el gorro de explorador, alista la cámara, y prepárate para conocer una ciudad que desafía la gravedad y la lógica meteorológica: un momento tienes sol, al siguiente estás bajo una tormenta tropical. Bienvenidos a Quito, o como le dicen cariñosamente los locales, “Carita de Dios”. Aunque no podemos confirmar que Dios mismo diseñó esta ciudad, ¡sí podemos asegurar que tiene un encanto celestial!
Antes de sumergirnos en los detalles jugosos, aquí van algunos datos básicos para que te ubiques:
Altitud: aproximadamente 2.850 metros sobre el nivel del mar. Es la segunda capital más alta del mundo, solo superada por La Paz, Bolivia.
Clima: impredecible. Lleva una chaqueta, gafas de sol, bloqueador solar, y tal vez un impermeable. Todo al mismo tiempo.
Gente: amable, orgullosa de su ciudad y siempre dispuesta a contarte la mejor ruta para evitar el tráfico.
Divisa: dólar estadounidense (sí, aquí se usa el mismísimo billete verde).
Uno no puede ir a Quito sin visitar La Mitad del Mundo, y aunque suene como una trampa para turistas… bueno, lo es. ¡Pero vale totalmente la pena! Este lugar marca (casi) el punto exacto por donde pasa la línea ecuatorial. Puedes tomarte la clásica foto con un pie en el hemisferio norte y otro en el sur, practicar el equilibrio sobre la línea amarilla y reírte al intentar hacer experimentos pseudocientíficos que probablemente no funcionen. Pero eh, ¡la foto para Instagram vale oro!
Consejo de experto: cerca del monumento principal está el Museo Intiñán, que, según dicen, está ubicado en el “verdadero” ecuador. Si quieres un poco más de ciencia, cultura y humor ecuatoriano, este lugar es para ti.
Si logras sobrevivir a la caminata o al taxi subiendo por calles empinadas y curvas cerradas, llegarás a El Panecillo, un cerro que domina el casco urbano quiteño. En su cima te espera una imponente estatua de la Virgen de Quito, hecha de aluminio y con alas (sí, ¡es como una mezcla entre Virgen y ángel con actitud!).
Desde aquí tendrás una vista panorámica alucinante de la ciudad, rodeada de volcanes como el Cotopaxi, el Antisana y el propio Pichincha, que a veces se despierta con un temblorcito, solo para recordarte que estás en una zona geológicamente activa. Ideal para fotos al atardecer y para reflexionar sobre cómo rayos construyeron una ciudad tan grande en semejante montaña.
Prepárate para caminar mucho (y con altitud, no es cualquier paseo). El Centro Histórico de Quito, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es simplemente una joya. Calles empedradas, plazas llenas de vida, iglesias barrocas que parecen sacadas de un set de película... aquí cada rincón cuenta una historia.
No te pierdas:
La Iglesia de la Compañía de Jesús: cubierta de oro por dentro. Literalmente brilla.
La Plaza Grande: el corazón político y social de la ciudad.
La Ronda: una calle peatonal encantadora donde puedes comer empanadas, comprar artesanías y escuchar música en vivo.
Y si te cruzas con una banda de estudiantes tocando pasillos o sanjuanitos, ¡únete al ritmo! Bailar ayuda con la circulación a esa altura, créenos.
¿Pensaste que solo ibas a comer arroz con pollo? ¡Ja! La cocina quiteña es tan diversa como su clima. Aquí van algunas delicias que debes probar sí o sí:
Locro de papa: una sopa espesa con papas, queso y aguacate. Calienta el alma y el cuerpo.
Fritada: cerdo cocinado con ajo y cebolla, acompañado de mote y maduro. Deliciosamente mortal.
Empanadas de viento: fritas, rellenas de queso y espolvoreadas con azúcar. ¿Quién necesita lógica culinaria?
Canelazo: bebida caliente con aguardiente y canela. Ideal para las noches frías. Cuidado, ¡sube más rápido que el teleférico!
Aunque no está justo en Quito, el Parque Nacional Sangay merece mención honorífica. Puedes hacer una excursión de un día (o más) y explorar una de las reservas más biodiversas del mundo. Entre volcanes, lagunas, osos de anteojos y, por supuesto, llamas con mirada crítica, este parque es el lugar ideal para desconectarte del mundo.
Y sí, vas a respirar como Darth Vader al subir algunas de sus rutas. No te preocupes, es normal.
Pero no todo es historia y montañas. Quito también tiene su lado moderno. En los barrios como La Floresta y La Mariscal, encontrarás cafeterías con café de especialidad (Ecuador es productor, ¡obvio!), galerías de arte urbano, cine independiente y una movida nocturna bastante animada. Si buscas fiesta, tragos artesanales y buena música, Plaza Foch te espera. Solo no te olvides de hidratarte: la resaca a 2.800 metros pega diferente.
Aclimatación: No te subas al teleférico en tu primer día. Dale tiempo a tus pulmones de adaptarse, o terminarás jadeando como si hubieras corrido un maratón subiendo tres escalones.
Ropa en capas: Quito puede ser sol, lluvia, frío y calor… todo en una hora. Vístete como cebolla.
Taxis o apps: Usa taxis seguros o apps como Uber. Aunque caminar es hermoso, algunas distancias y pendientes te harán reconsiderarlo.
Cuidado con los efectos de altura: Mareo, dolor de cabeza, fatiga… nada grave, pero lleva agua, caramelos de coca (legales y eficaces) y toma las cosas con calma.
Quito no es solo una ciudad, es un estado mental. Es estar parado sobre el ecuador, al borde de un volcán, frente a una iglesia de oro, y todo eso ¡en un solo día! Es historia, cultura, naturaleza y gastronomía en altitudes insólitas, con un toque de caos simpático que solo las ciudades latinoamericanas saben ofrecer.
Así que si estás buscando destinos para visitar que mezclen historia con aventura, postales con autenticidad, y un toque de locura andina, Quito debe estar en tu lista. Solo no olvides tu abrigo, tus pastillas para el soroche y tu sentido del humor. La “Carita de Dios” te espera para dejarte boquiabierto... ¡literal y figuradamente!
¿Listo para la aventura? ¡Quito te espera con los brazos abiertos y un cielo que parece estar al alcance de la mano!