Mejor cosas que hacer en Alexandria
Las mejores cosas para hacer y atracciones imperdibles en Alexandria
Las mejores cosas para hacer y atracciones imperdibles en Alexandria
¡Bienvenidos, viajeros curiosos y amantes de la historia con un gusto por las ciudades con personalidad propia! Hoy nos embarcamos en un viaje inolvidable a Alejandría, la joya costera de Egipto, famosa por haber sido la Beyoncé del mundo antiguo. Sí, lo leíste bien. Fundada por Alejandro Magno en el siglo IV a.C., esta ciudad fue en su época un centro de conocimiento, ciencia, arte y fiestas al nivel imperial. Aunque hoy no quedan muchos restos visibles de sus antiguas maravillas, Alejandría sigue teniendo un encanto único, con un aire europeo decadente, sabores deliciosos y un espíritu que no se rinde ante el paso del tiempo ni los terremotos.
Prepárate para una guía de viaje divertida, informativa y optimizada para SEO sobre los mejores lugares que visitar en Alejandría, Egipto. Aquí encontrarás historia, cultura, curiosidades, y hasta recomendaciones gastronómicas para que aproveches cada rincón de esta ciudad fascinante.
Alejandría fue fundada por Alejandro Magno en el año 331 a.C., y rápidamente se convirtió en un símbolo de sabiduría y poder. Albergaría, más tarde, dos de los monumentos más impresionantes del mundo antiguo: el Faro de Alejandría (una de las Siete Maravillas) y la Gran Biblioteca de Alejandría. Pero la historia no siempre es amable. Terremotos, tsunamis y unas cuantas decisiones urbanísticas cuestionables hicieron desaparecer gran parte de su esplendor clásico.
¿Significa eso que no vale la pena visitarla? ¡Ni en broma! Alejandría es un destino lleno de sorpresas, una mezcla vibrante de pasado y presente, con ruinas escondidas, calles con aroma a croissant, y una brisa mediterránea que lo cura todo.
Ubicada justo en el lugar donde se alzaba el famoso Faro de Alejandría, la Ciudadela de Qaitbay es uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad. Este fuerte del siglo XV fue construido con bloques de piedra recuperados del faro destruido por terremotos. Hoy, desde sus murallas, puedes disfrutar de vistas espectaculares al Mediterráneo, respirar el aire salado del mar, e imaginar a Alejandro dando su aprobación desde algún rincón del más allá.
No, no queda ni rastro del faro original, pero este castillo es lo más cerca que estarás de esa maravilla perdida. Además, tiene ese aire dramático de película histórica que queda perfecto para las fotos.
Este es uno de esos lugares que parecen sacados de una novela de aventuras. Las catacumbas de Kom El Shoqafa, descubiertas por accidente en 1900, combinan elementos egipcios, griegos y romanos en una serie de tumbas excavadas en la roca. Bajando por una escalera en espiral llegarás a salas funerarias decoradas con relieves y esculturas únicas. Si te gustan los cementerios con arquitectura interesante (sabemos que hay fans de eso), este es tu lugar.
Además, el fresco subterráneo es un alivio en los calurosos días alejandrinos. Y sí, también es una excelente excusa para presumir en redes sociales de que estuviste "explorando necrópolis antiguas".
Aunque la legendaria Biblioteca de Alejandría fue destruida hace siglos, la ciudad decidió rendirle homenaje construyendo una versión moderna y ambiciosa: la Bibliotheca Alexandrina. Este centro cultural y arquitectónico es simplemente impresionante. Con espacio para millones de libros, varios museos, galerías de arte y un planetario, es un lugar perfecto para perderse entre el conocimiento, o simplemente admirar su diseño futurista.
Si eres de los que creen que viajar también es aprender, no te la puedes perder. Aunque no tiene rollos de papiro, sí tiene aire acondicionado, internet y cafetería.
¿Quién dijo que no se puede vivir como la realeza por un día? Los jardines del Palacio de Montaza, antigua residencia de verano de la monarquía egipcia, ofrecen amplios espacios verdes, senderos sombreados y vistas al Mediterráneo que te harán suspirar. Puedes caminar tranquilamente, hacer un picnic con vistas al mar, o simplemente sentarte a observar cómo pasa la vida alejandrina.
Además, hay pequeñas playas cerca del parque donde puedes mojarte los pies. No será el mar Rojo, pero el Mediterráneo tiene su encanto relajado y elegante.
La Corniche es el malecón que bordea gran parte de la costa de Alejandría. Caminar por allí al atardecer es una de las mejores cosas que hacer en la ciudad. Verás pescadores lanzando redes, parejas dando paseos románticos, vendedores ambulantes de helado y té, y el sol reflejándose en el agua con tonos dorados.
Es un lugar ideal para observar la vida local, respirar la brisa marina y disfrutar de ese momento de calma urbana que solo una ciudad costera puede ofrecer.
Sí, Egipto tiene baklava y kunafa, pero Alejandría también tiene croissants, éclairs y pain au chocolat gracias a su herencia cosmopolita. No te puedes perder pastelerías históricas como Délices, Trianon o Athineos. Fundadas por griegos y europeos que se asentaron en la ciudad a finales del siglo XIX, estos lugares ofrecen delicias que mezclan la repostería francesa con ingredientes mediterráneos.
Imagina desayunar con un café fuerte y un pastelito mientras miras el mar. No suena nada mal, ¿verdad?
Alejandría no es solo monumentos. Sus mercados son una joya en sí mismos. El Souk El-Attarine, por ejemplo, es un laberinto donde encontrarás desde especias aromáticas hasta reliquias vintage y antigüedades que parecen sacadas del desván de un coleccionista loco. No tengas miedo de regatear: es parte del juego.
Y si te gustan los lugares con alma, date una vuelta por el centro viejo, donde aún sobreviven edificios coloniales, balcones de hierro forjado y cafés que parecen detenidos en el tiempo.
Este museo no es tan famoso como los de El Cairo, pero tiene una colección bien curada que cubre desde el Antiguo Egipto hasta la época grecorromana, islámica y moderna. Aquí puedes ver estatuas recuperadas del fondo marino (sí, hay cosas que siguen saliendo del Mediterráneo), sarcófagos, joyas, monedas y una historia condensada de la ciudad que fue epicentro de culturas.
Ideal para comprender cómo esta ciudad pasó de ser la capital cultural del mundo antiguo a convertirse en la mezcla de identidades que es hoy.
Alejandría no es como el resto de Egipto, y eso es precisamente lo que la hace especial. Aquí no encontrarás pirámides ni templos monumentales, pero sí una mezcla única de ruinas, sabor mediterráneo, elegancia europea desvaída y un espíritu rebelde que se resiste a desaparecer.
Si estás planeando un viaje a Egipto y buscas algo más que los clásicos, Alejandría es una parada imprescindible. Perfecta para los que aman las ciudades con historia, carácter y un toque de misterio. Empaca tu curiosidad, tu cámara y tu apetito: esta ciudad tiene mucho que ofrecer, y no te dejará indiferente.
¿Te animas a descubrir la Alejandría de ayer, hoy y siempre?