Mejor cosas que hacer en Mykonos
Las mejores cosas para hacer y atracciones imperdibles en Mykonos
Las mejores cosas para hacer y atracciones imperdibles en Mykonos
Mykonos: Más Allá de las Fiestas Playeras (¡Sí, Hay Mucho Más!) - Molinos de Viento, Ruinas Antiguas y Cabañas Blancas Hasta Ver Estrellitas
Tu Guía de Viaje Divertida y Brutalmente Honesta
Ah, ¡Mykonos! Solo con decir su nombre ya podemos imaginar los famosos molinos girando perezosamente con la brisa del Egeo, los templos griegos murmurando leyendas de dioses y diosas, y esas casitas blancas como azucarillos pegadas a las colinas, haciendo que te preguntes si acabas de entrar en una postal. No hay duda: esta joya cicládica es uno de los lugares más encantadores (y fotogénicos) de todo el archipiélago.
Pero vamos al grano (¿o mejor al bronce, ya que estamos en Grecia?). Mykonos no es exactamente enorme; de hecho, es más bien una belleza en miniatura, con poco más de 80 kilómetros cuadrados. Pero no te dejes engañar por su tamaño compacto: este pequeño paraíso tiene mucho que ofrecer. La mayoría de sus atracciones están concentradas en los áridos cerros y calas bañadas por el sol que rodean la capital de facto de la isla, la adorable y laberíntica Hora. Perderse entre sus callejuelas es casi un rito de iniciación (y tranquilo, que siguiendo el olfato probablemente termines en una taberna deliciosa).
Claro, las playas de arena blanca que se extienden a los lados de Hora son de las más espectaculares de Europa. Piensa en arena suave entre los dedos de los pies y aguas cristalinas color turquesa llamándote a zambullirte como si fueras sirena (o tritón). Y justo al lado, esas tabernas griegas tradicionales que sirven delicias mediterráneas que te harán bailar un sirtaki con la lengua.
Pero guarda el pareo un momento, que hay más. Mykonos también esconde un tesoro histórico: la isla sagrada de Delos, un sitio arqueológico tan impresionante que la UNESCO dijo: “¡Esto lo protegemos!”. Aquí, el Templo de Isis te ofrece vistas panorámicas del archipiélago cicládico, mientras caminas entre columnas milenarias sintiéndote en otra era (eso sí, sin toga… a menos que te hayas traído una de casa, claro).
¿Listo para explorar Mykonos más allá de las típicas fiestas? Nuestra guía de viaje, con su toque sarcástico y mucho cariño, te lleva por los mejores lugares que visitar, las mejores cosas que hacer, y todos esos rincones que demuestran que esta isla tiene mucho más que DJs y cócteles color neón.
Sí, son tan bonitos como en las fotos de Instagram. Situados sobre una colina con vista a Hora, estos molinos del siglo XVI no solo eran esenciales para la producción de harina, sino que hoy son los protagonistas de miles de selfies. Lo mejor: el atardecer desde aquí. No te olvides la cámara (ni los lentes de sol, que el brillo blanco de las casas te puede dejar medio ciego).
El casco antiguo de Mykonos es un auténtico laberinto blanco con detalles en azul, donde perderse es parte del plan. Tiendecitas artesanales, galerías de arte, iglesias escondidas y tabernas familiares te esperan en cada esquina. Caminar por Hora es una de las mejores cosas que hacer en la isla, y también una excelente forma de gastar esas calorías del souvlaki.
Mykonos presume de tener algunas de las mejores playas de Europa. Desde las fiesteras y desinhibidas Paradise y Super Paradise (¡donde el nombre lo dice todo!) hasta las más tranquilas y familiares Ornos y Psarou, aquí hay arena para todos los gustos. ¿Quieres paz y silencio? Hay una playa para ti. ¿Quieres bailar sobre la barra a las 2 de la tarde? También.
Sube a un barquito (el trayecto es corto y agradable) y viaja a Delos, un museo al aire libre donde el tiempo parece haberse detenido. Aquí nacieron Apolo y Artemisa (según el mito), y aún puedes ver templos, mosaicos, casas y columnas que cuentan historias de hace miles de años. Para los amantes de la historia, es una visita obligatoria. Para los demás, es el lugar perfecto para fingir que eres Indiana Jones en sandalias.
Probar la gastronomía local es casi una obligación sagrada. Mykonos tiene muchísimas tabernas que sirven especialidades como louza (cerdo curado) y kopanisti (queso picante típico de la isla). Acompáñalo con un ouzo y prepárate para cantar con los músicos del lugar.
Little Venice es una zona preciosa de Hora, con casitas de colores que parecen flotar sobre el agua. Aquí, los bares tienen terrazas justo sobre el mar, y el espectáculo del sol escondiéndose en el Egeo es de los que se te quedan grabados (y, por supuesto, también en el carrete del móvil).
Alquila un coche (o una moto, si te sientes aventurero) y adéntrate en el interior de la isla. Visita Ano Mera, un pueblo tranquilo con una plaza acogedora y el Monasterio de Panagia Tourliani, una joya del siglo XVI con iconografía que impresiona hasta al más ateo.
Hay muchas excursiones en barco que te llevan por la costa de Mykonos, con paradas para nadar en calas escondidas, bucear, o simplemente tomar el sol como lagartija feliz. Algunas incluso incluyen barbacoa a bordo. ¡Planazo!
Mykonos tiene una escena artística sorprendente. Hay galerías pequeñas pero vibrantes, donde artistas locales e internacionales exponen obras modernas que contrastan maravillosamente con la arquitectura tradicional. Perfecto para una tarde cultural con aire acondicionado.
Si estás buscando lugares que visitar en Grecia que combinen paisajes de postal, historia antigua y playas que te hacen replantear tu vida urbana, Mykonos te está llamando. Esta isla no solo es un imán para fiesteros, sino también un paraíso para quienes buscan experiencias auténticas, buen comer, historia viva y rincones fotogénicos a rabiar.
Así que ya sabes: prepara el protector solar, deja espacio en la maleta para recuerdos inesperados, y abre bien los ojos (y el corazón) a todo lo que esta isla puede ofrecer. Eso sí, cuidado… que Mykonos enamora. Y cuando te des cuenta, ya estarás planeando la próxima visita.
¡Kali Orexi y buen viaje! ¿Listo para perderte entre molinos y callejones blancos?