Mejor cosas que hacer en Amán
Las mejores cosas para hacer y atracciones imperdibles en Amán
Amán: La Capital Más Cool del Medio Oriente (Donde las Ruinas Romanas se Codean con Cafés en Azoteas)
Tu Guía de Viaje Honesta y Divertida por la Ciudad Más Sorprendente de Jordania
¡Salam alaykum, aventureros de alma intrépida y buscadores de ciudades que te dejan boquiabierto cuando menos te lo esperas! Hoy nos vamos directo al corazón de Jordania, a su vibrante y encantadora capital: Amán. Y si tu primera reacción fue algo como “¿Amán? ¿Eso no es solo una parada para ir a Petra?”, prepárate para que tus prejuicios se vayan volando como una paloma en la Ciudadela.
Amán es la clásica ciudad que no te esperas: moderna, divertida, llena de contrastes y con una energía que mezcla siglos de historia con la frescura de una generación que está reinventando la identidad urbana del Medio Oriente. No, no es una metrópolis de milenios como El Cairo, ni un museo viviente como Jerusalén, ni una joya medieval como Damasco. Pero esa es precisamente su magia: Amán es joven, creativa y está lista para sorprenderte con ruinas romanas, cafés de diseño, arte contemporáneo y comida que te hará llorar de felicidad.
Ciudadela de Amán: Donde Hércules Te Saluda Desde lo Alto
Empezamos fuerte: la Ciudadela de Amán (Jabal al-Qal’a), el punto más alto del centro de la ciudad y hogar de una deliciosa mezcolanza arqueológica. Aquí te toparás con las ruinas del Templo de Hércules, que te hace preguntarte si el mismísimo semidiós se dejaba caer por Jordania a echar pulsos. Justo al lado, los restos del Palacio Omeya te invitan a imaginar a los califas tomando té bajo la sombra de una cúpula del desierto. Y como extra, tendrás una vista panorámica de toda Amán que hará que tu Instagram explote de likes.
El Teatro Romano: Gladiadores y Selfies
A los pies de la Ciudadela se encuentra uno de los tesoros mejor conservados del Medio Oriente: el Teatro Romano de Amán, del siglo II d.C. Este coloso de piedra blanca podía albergar hasta 6.000 espectadores y hoy sigue activo con conciertos, eventos y hordas de turistas posando como gladiadores. Es tan impresionante que medio esperas ver a Russell Crowe salir gritando “¡¿Están no entretenidos?!”
Rainbow Street: El Lado Hipster de Amán
Cuando termines de recorrer la historia antigua, te recomendamos caminar hasta Rainbow Street, la arteria más moderna, cool y colorida de la ciudad. Aquí encontrarás cafés bohemios, tiendas de diseño, galerías de arte, terrazas con vistas al atardecer y, si tienes suerte, algún DJ pinchando música electrónica al lado de una fuente otomana. Si te preguntas qué hacer en Amán de noche, Rainbow Street es la respuesta con neones.
Museo de Jordania: De los Nabateos al Rey Hussein
Si quieres entender Jordania más allá de las postales, el Museo de Jordania es una parada obligada. Exhibe artefactos que van desde el Neolítico hasta nuestros días, incluyendo los Manuscritos del Mar Muerto, joyas de los nabateos y hasta objetos del reinado de Hussein. Perfecto para entender cómo un país tan pequeño tiene una historia tan grande.
Mezquita del Rey Abdullah I: Azul Cielo y Espíritu Moderno
Otro ícono de la ciudad es la Mezquita del Rey Abdullah I, con su cúpula azul brillante y su arquitectura islámica moderna que es tan fotogénica como acogedora. Los visitantes no musulmanes pueden entrar fuera de los horarios de oración, así que ponte ropa recatada y prepárate para admirar una obra maestra espiritual en el corazón de la ciudad.
Cosas Que Hacer en Amán Más Allá de las Atracciones Típicas
Sí, la historia y la arquitectura te dejarán con la boca abierta, pero Amán tiene muchas más capas. Aquí van algunas experiencias únicas que convertirán tu visita en algo inolvidable:
Explora los Souks del Centro
Piérdete entre montañas de especias, perfumes intensos, telas tradicionales y gritos de comerciantes en el caótico y encantador centro de Amán. El Souk Al-Bukharia es ideal para comprar recuerdos auténticos y practicar tu arte del regateo.
Come Como Un Jordano de Verdad
No puedes irte sin probar el mansaf, el plato nacional hecho con cordero, arroz y yogur fermentado. Pero también hay falafel en cada esquina, hummus más cremoso que en tu restaurante favorito y knafeh, un postre de queso caliente con miel que hará que llores de alegría.
Museo Real del Automóvil
Sí, lo leíste bien. Aquí puedes ver la colección de coches del rey Hussein, desde Rolls Royces clásicos hasta motocicletas de edición limitada. Incluso si no eres fan del motor, el lugar es una cápsula del tiempo que muestra la evolución moderna del país.
Cafés con Vistas (y WiFi Rápido)
Una de las mejores formas de sentir la vibra local es sentarse en una terraza con vista al viejo Amán y ver la vida pasar. Prueba el Café Jafra o el Books@Café, donde podrás tomar café árabe o zumos frescos rodeado de artistas, estudiantes y algún que otro nómada digital.
Jabal al-Weibdeh: El Corazón Bohemio
Este barrio artístico es hogar de estudios independientes, librerías encantadoras y centros culturales. Aquí la creatividad fluye por cada esquina, y es uno de los mejores lugares para conocer a los jóvenes creadores que están moldeando la nueva identidad de Amán.
Amán: Mucho Más Que una Escala
No cometas el error de tratar a Amán solo como una escala camino a Petra o Wadi Rum. Esta ciudad es una experiencia en sí misma, una mezcla electrizante entre lo antiguo y lo moderno, donde puedes caminar sobre piedras romanas por la mañana y terminar la noche bailando en un rooftop con vista al desierto.
¿Buscas destinos en Medio Oriente que te ofrezcan historia, cultura y una vida urbana vibrante? Entonces Amán debe estar en tu lista. Nuestro guía de viaje te garantiza una aventura inolvidable, repleta de paisajes espectaculares, gente amable, comida increíble y una energía que te atrapará.
Prepárate para enamorarte de las fachadas blancas, las escaleras infinitas que cruzan los barrios, las teterías escondidas y, por supuesto, del espíritu cálido y acogedor de los jordanos.
Ahlan wa sahlan fi Amán – ¡Bienvenidos a Amán! Te aseguramos que esta ciudad no solo te sorprenderá, sino que quizás, solo quizás, te robe el corazón (y la panza con tanto falafel).
