Mejor cosas que hacer en Paramaribo
Las mejores cosas para hacer y atracciones imperdibles en Paramaribo
Las mejores cosas para hacer y atracciones imperdibles en Paramaribo
Descubriendo Paramaribo: La joya oculta de Surinam que deberías visitar ya
Cuando pensamos en Sudamérica, lo primero que nos viene a la cabeza suele ser Brasil con sus carnavales, Argentina con su tango o Colombia con su café. Pero… ¿Surinam? ¿Eso no es una isla del Caribe? Pues no, querido lector. Surinam es un pequeño y encantador país sudamericano lleno de sorpresas, y su capital, Paramaribo, es una de las ciudades más fascinantes (y olvidadas injustamente) del continente.
Si estás buscando un destino fuera de lo común, con historia, cultura y una arquitectura que parece sacada de una novela de aventuras del siglo XVII, entonces sigue leyendo, porque Paramaribo es la joya escondida que tu pasaporte está pidiendo a gritos.
Qué hacer en Paramaribo: historia, cultura y muchas palmeras
Paramaribo no es solo la capital política de Surinam, es el corazón palpitante del país. Esta ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está situada a orillas del río Surinam y tiene una mezcla tan irresistible de culturas y estilos arquitectónicos que te hará preguntarte por qué no habías venido antes.
Uno de los mayores atractivos de Paramaribo es su arquitectura colonial holandesa. Sí, leíste bien: holandesa. Esta antigua colonia guarda casas de madera que datan del siglo XVII, con fachadas blancas, contraventanas verdes y un aire de otra época. Uno de los puntos imperdibles es el Fuerte Zeelandia, una fortaleza construida por los británicos en 1640 (sí, los holandeses llegaron después). Hoy en día, el fuerte alberga el Museo de Surinam y ofrece vistas espectaculares del río.
Y hablando de tesoros de madera, no puedes perderte la Catedral de San Pedro y San Pablo, una de las iglesias de madera más grandes y hermosas del mundo. Al entrar, prepárate para un espectáculo visual de columnas de color miel, vitrales impresionantes y un silencio reverente que parece sacado de un cuento misionero.
Si quieres sumergirte de lleno en la vida local, tu lugar es el Mercado Central de Paramaribo. Aquí encontrarás desde frutas tropicales que nunca habías visto, hasta hierbas, especias, ropa, artesanía y algún que otro souvenir kitsch. La energía es contagiosa, los aromas te hipnotizan, y lo mejor es que puedes probar platos típicos como el pom (un guiso de raíz de tayer con pollo) o un roti con curry que te hará olvidar cualquier dieta.
Después del bullicio del mercado, te mereces un descanso en la Palmentuin, o Jardín de Palmeras. Este oasis urbano está lleno de altísimas palmas reales que se mecen con el viento y dan sombra a los paseantes. Es el lugar ideal para un picnic, una siesta o simplemente para reflexionar sobre lo mucho que te está gustando esta ciudad. Si te entra la vena cultural, justo al lado encontrarás el Museo de la Presidencia, con datos curiosos sobre la historia política de Surinam.
Una de las cosas más sorprendentes de Paramaribo es su mezcla cultural. Aquí conviven en armonía comunidades de origen holandés, criollo, indio, javanés, chino, maroon (afrodescendientes de esclavos fugados) y hasta libanés. ¿Y qué significa eso para ti como viajero? Que puedes desayunar un panecillo holandés, almorzar un nasi goreng javanés y cenar un curry hindú... todo sin salir de la misma calle.
Haz una caminata guiada para entender cómo esta mezcla de culturas ha moldeado la arquitectura, la gastronomía y hasta las celebraciones locales. Verás templos hindúes, mezquitas, sinagogas y iglesias católicas, todos dentro de pocas cuadras. Sí, es como un resumen del mundo en versión tropical.
Una de las experiencias más relajantes y hermosas que puedes tener en Paramaribo es un paseo en barco por el río Surinam. Ya sea en lancha rápida o en bote lento, ver la ciudad desde el agua, con el sol poniéndose y el cielo encendiéndose en tonos naranjas y rosados, es simplemente mágico. Si tienes suerte, incluso podrías ver delfines rosados en la desembocadura del río. Sí, has leído bien: delfines en Paramaribo. ¿Quién lo diría?
¿Por qué deberías poner Paramaribo en tu radar viajero?
Seamos sinceros: Paramaribo no es la ciudad más ruidosa ni la más famosa del continente. No tiene el frenesí de Buenos Aires ni las playas de Río. Pero lo que sí tiene es una tranquilidad encantadora, una atmósfera relajada, un clima tropical que te abraza sin asfixiarte, y una autenticidad que muchas ciudades sudamericanas más turísticas ya han perdido.
Si eres de los que prefieren experiencias auténticas, conversaciones genuinas y rincones que todavía no han sido invadidos por influencers con drones, Paramaribo te va a robar el corazón.
Más allá de lo típico: joyas escondidas en Paramaribo
Ubicado dentro del Fuerte Zeelandia, el Museo de Surinam es ideal para los curiosos que quieren entender cómo se formó esta mezcla tan singular. Desde los pueblos indígenas hasta la colonización, pasando por la esclavitud y la independencia, este museo lo cuenta todo. Y sí, hay objetos curiosos, como una vieja silla eléctrica (¡de verdad!) y trajes tradicionales que parecen sacados de un desfile de carnaval retro.
A unos kilómetros de la ciudad se encuentra Jodensavanne, un antiguo asentamiento judío del siglo XVII. Aquí vivió una próspera comunidad sefardí que llegó desde Europa y Brasil. Hoy solo quedan ruinas, un cementerio y un silencio cargado de historia. Es un lugar perfecto para reflexionar y aprender sobre una faceta poco conocida de Surinam.
Paramaribo no necesita excusas para celebrar. Desde el Carnaval de Surinam hasta las coloridas festividades de Diwali, pasando por el Keti Koti (la conmemoración del fin de la esclavitud), siempre hay algo que festejar. Si tu visita coincide con alguna de estas celebraciones, ¡prepárate para ver trajes increíbles, música en cada esquina y una alegría contagiosa!
Conclusión: una capital tranquila que te conquistará sin hacer ruido
Paramaribo es como ese amigo que no dice mucho pero que, cuando lo conoces, resulta ser el alma de la fiesta. Es una ciudad modesta en tamaño pero inmensa en personalidad. Tiene historia, cultura, naturaleza, comida deliciosa y una gente que te recibe con una sonrisa sincera.
Así que si estás planeando tu próxima aventura sudamericana y quieres algo diferente, auténtico y lleno de encanto, Paramaribo debería estar en lo más alto de tu lista. Puede que no tenga fama internacional, pero te prometo que tiene alma. Y al final, eso es lo que más importa.
¿Te animas a descubrirla antes de que el resto del mundo lo haga?